Todos tenemos uno en casa y lo usamos sin pensarlo mucho. El teflón, ese recubrimiento antiadherente que nos facilita la cocina, parece inofensivo… ¿pero qué pasa cuando miramos más de cerca? Si te interesa cuidar tu salud hormonal, tu fertilidad y reducir riesgos en tu cuerpo, quédate porque esto te va a interesar. ¿Qué es el teflón y por qué debería preocuparte? El teflón es un recubrimiento antiadherente que se encuentra en sartenes, ollas y hasta algunos utensilios de cocina. Su nombre técnico es politetrafluoroetileno (PTFE), y aunque cocinar sin que la comida se pegue suena increíble, el problema está en los compuestos tóxicos que puede liberar cuando se calienta demasiado Impacto en la salud 1. Desbalance hormonal El teflón contiene sustancias llamadas perfluoroalquiladas (PFAS), conocidas como «químicos eternos» porque se acumulan en nuestro cuerpo y en el ambiente. Estos han sido asociados con alteraciones en la función tiroidea, resistencia a la insulina y problemas metabólicos. O sea, te pueden desequilibrar las hormonas y alterar tu metabolismo sin que te des cuenta! De hecho La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) ha advertido que algunos PFAS pueden afectar la glándula tiroides y aumentan el riesgo de problemas metabólicos como la diabetes tipo 2. 2. Infertilidad y riesgos en el embarazo Los PFAS del teflón han sido relacionados con problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres, disminuyendo la calidad del esperma y afectando la ovulación. Un estudio publicado en la revista científica Environmental Health Perspectives concluyó ique las mujeres con niveles más altos de PFAS en sangre tenían un 40% menos de probabilidades de concebir en comparación con aquellas con niveles bajos. Por otro lado, el teflón tambíen se ha visto relacionado con la toxicidad duant la gestación ya que pueden atravesar la placenta y afectar el desarrollo del feto, aumentando el riesgo de malformaciones o influir en el retraso del crecimeinto intrauterino, bajo peso al nacer y problemas en el sistema inmunológico. 3. ¿El teflón puede causar cáncer? Varios estudios han mostrado que la exposición a PFAS está relacionada con un mayor riesgo de cáncer de riñón, testículo y mama. En 2012, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) clasificó el ácido perfluorooctanoico (PFOA),un compuesto utilizado en la fabricación del teflón, como un posible carcinógeno. 4. Hígado en peligro Los PFAS afectan la función hepática, promoviendo la acumulación de grasa en el hígado y aumentando el riesgo de hígado graso no alcohólico. Un estudio encontró que la exposición a estos químicos altera las enzimas hepáticas, generando inflamación y daño hepático Alternativas seguras Ahora que ya sabes que el teflón puede representar un riesgo para la salud, es importante considerar alternativas más seguras. Una de las mejores opciones que te puedo recomendar y que uso en casa es el acero quirúrgico. Conclusión Ahora que conoces los riesgos del teflón y los PFAS, puedes tomar decisiones informadas sobre los materiales que usas en tu cocina. Te sugiero que mires la película Dark Waters (El precio de la verdad) basada en hechos de la vida real donde relatan el impacto del teflon en la salud de todo ser vivo.
Proteína vegetal: nutrición limpia, funcional y sin inflamación
En un momento en el que muchas personas buscan reducir la inflamación crónica, mejorar su digestión y optimizar su rendimiento físico y mental, la proteína vegetal se posiciona como una herramienta nutricional altamente funcional. No se trata solo de una tendencia, sino de una opción coherente con un enfoque integral de salud: limpia, bien tolerada y capaz de generar resultados reales sin comprometer la función intestinal ni disparar respuestas inflamatorias. Cuando la proteína vegetal está bien formulada, con ingredientes simples y de alta calidad, puede tener un menor potencial reactivo que otras fuentes más procesadas o animales. Al estar libre de compuestos como caseína, lactosa, gluten, soya y aditivos sintéticos, su perfil es mucho más seguro para personas con disbiosis, intestino permeable, alergias alimentarias o condiciones autoinmunes. Una combinación funcional de proteínas vegetales –como la de chocho, quínoa, arroz, arveja – junto con prebióticos y probióticos, favorece una digestión eficiente y suave, sin causar distensión abdominal, al mismo tiempo que apoya la masa muscular y el eje intestino-cerebro. A diferencia de fórmulas antiguas, las proteínas vegetales actuales pueden ofrecer un perfil completo de aminoácidos esenciales, incluyendo cantidades adecuadas de leucina, el aminoácido que activa la vía mTOR (mammalian target of rapamycin), una de las principales rutas metabólicas responsables de iniciar la síntesis de proteínas musculares. Esta vía responde de forma directa al estímulo de leucina y al entrenamiento de fuerza, lo que permite no solo la reparación, sino también el crecimiento del tejido muscular. El aporte suficiente de leucina, incluso desde fuentes vegetales, es clave para asegurar una activación adecuada de mTOR, especialmente en etapas de recuperación o en personas activas que buscan preservar o aumentar su masa muscular. Además, las proteínas vegetales no solo cumplen un rol estructural. También aportan energía limpia y sostenida, sin alterar la glucosa ni causar picos de insulina. Esto las convierte en una opción ideal para quienes practican entrenamiento funcional, de fuerza o resistencia o incluso la toman como opcion de snack o reemplazo de comida. En combinación con probióticos específicos y fibras fermentables, ayudan a reducir el estrés intestinal postentrenamiento y a mejorar la biodisponibilidad de los nutrientes clave para la recuperación. Elegir una proteína vegetal de calidad no es una decisión exclusiva del veganismo, sino una estrategia nutricional alineada con el equilibrio metabólico, digestivo y hormonal. Es una forma de nutrir desde la raíz, con ingredientes reales, bien tolerados y funcionales. Cuando una proteína no solo construye músculo, sino que también respeta el cuerpo y contribuye a la salud integral, entonces deja de ser un suplemento y se convierte en una herramienta terapéutica
De la cocina a la célula: beneficios profundos del aceite de coco
Durante siglos, el aceite de coco ha sido parte fundamental de la medicina tradicional en culturas tropicales. Hoy, la ciencia moderna confirma muchas de sus propiedades y abre nuevas vías terapéuticas para este aceite vegetal extraordinario. ¿Pero qué hay detrás de sus efectos? A diferencia de la mayoría de los aceites vegetales, el aceite de coco está compuesto principalmente por triglicéridos de cadena media (MCTs). Estos ácidos grasos (como el ácido caprílico, cáprico y láurico) son metabolizados de forma distinta: no requieren bilis ni enzimas pancreáticas para su digestión y van directamente al hígado, donde se convierten en energía o cuerpos cetónicos de forma rápida y eficiente. Esto significa que los MCTs del aceite de coco no se almacenan fácilmente como grasa corporal, sino que ofrecen una fuente de energía inmediata para el cerebro, músculos y órganos, ideal para personas deportistas o con fatiga crónica, deterioro cognitivo leve o que buscan apoyo metabólico sin alterar la glucosa en sangre. El aceite de coco es especialmente rico en ácido láurico (~50%), pero también contiene ácido caprílico y cáprico, cada uno con propiedades funcionales únicas: El aceite de coco es mucho más que una moda o un ingrediente exótico: Es un verdadero alimento terapéutico con una composición única que lo distingue dentro del mundo vegetal. Su alto contenido en triglicéridos de cadena media, y en especial los ácidos láurico, caprílico y cáprico, le otorgan propiedades funcionales que van desde el soporte energético cerebral hasta una acción antimicrobiana natural altamente selectiva. Su capacidad para generar cuerpos cetónicos, modular la microbiota intestinal y proteger frente a bacterias, hongos y virus, lo convierte en una herramienta versátil dentro de protocolos metabólicos, inmunológicos y neurológicos. Desde la medicina ancestral hasta la ciencia moderna, el aceite de coco sigue demostrando que es un verdadero aliado para la salud integral, siempre que se utilice con conciencia, calidad y en el contexto de una alimentación funcional y personalizada.
El caldo de hueso; una bebida mágica para tu salud
Si alguna vez has escuchado hablar del caldo de huesos como un ‘superalimento’, no es una exageración. Este antiguo remedio ha sido utilizado durante siglos en diversas culturas para promover la salud intestinal, fortalecer las articulaciones y mejorar la apariencia de la piel. Pero, ¿qué lo hace tan especial? Aquí exploraremos sus beneficios respaldados por la ciencia y cómo su alto contenido de glutamina y colágeno pueden ayudarte a sanar desde dentro hacia afuera. Salud Digestiva La mucosa gástrica es el revestimiento protector del estómago que evita que los ácidos digestivos dañen sus propias paredes. Está compuesta por una capa de moco y bicarbonato que neutralizan el ácido gástrico. Cuando esta barrera se debilita, el ácido comienza a irritar el estómago, causando gastritis y acidez. Factores como el estrés, el consumo de alcohol, una mala alimentación y el uso prolongado de antiinflamatorios pueden contribuir a este daño. El caldo de huesos puede ayudar a regenerar la mucosa gástrica gracias a su contendio de glutamina y colágeno, dos compuestos que promueven la producción de moco protector y la reparación de los tejidos dañados. Por otro lado, el intestino tiene una función clave en la absorción de nutrientes y en la protección del cuerpo contra toxinas pero también funciona como una barrera protectora. Imagina que es como un colador: permite el paso de los nutrientes esenciales, pero bloquea toxinas y bacterias. Sin embargo, cuando esta barrera se daña, surgen pequeños espacios en el revestimiento intestinal, permitiendo que sustancias no deseadas ingresen al torrente sanguíneo. A esto se le conoce como Síndrome del Intestino Permeable y puede provocar inflamación, alergias, fatiga crónica y trastornos autoinmunes. La glutamina presente en el caldo de huesos ayuda a ‘sellar’ el intestino permeable promoviendo la regeneración de la mucosa digestiva y reduciendo la inflamación. Salud Articular Las articulaciones están compuestas en gran parte por colágeno, el cual disminuye con la edad. El caldo de hueso es una fuente natural de colágeno tipo II, glucosamina y condroitina, compuestos esenciales para la regeneración del cartílago y la movilidad de las articulaciones. Estudios científicos han demostrado como la glucosamina y el colágeno mejoran la lubricación y reducen la inflamación en personas con artritis. Salud Cutánea Si buscas una piel más firme, hidratada y con menos líneas de expresión el colágeno del caldo de hueso puede ser tu mejor aliado. A medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye, lo que provoca flacidez y arrugas. El consumo regular de caldo de hueso aporta colágeno biodisponible, lo que ayuda a mejorar la elasticidad y la hidratación de la piel. Conclusión El caldo de hueso es más que un simple remedio casero; es un verdadero tónico de salud que nutre desde adentro. Gracias a su riqueza en glutamina, colágeno y minerales esenciales, puede reparar la mucosa gástrica, fortalecer las articulaciones y mejorar la apariencia de la piel. Si sufres de gastritis, inflamación intestinal, dolores articulares o simplemente quieres un aliado natural para mantener una piel radiante, incluir el caldo de huesos en tu dieta puede marcar una gran diferencia. ¿Listo para incorporarlo en tu rutina diaria? Tu intestino, articulaciones y piel te lo agradecerán. Te dejo los siguientes links que te pueden servir sobre el caldo de hueso que to consumo : ) https://www.instagram.com/reel/C4mO0U9rJYn/?igsh=MTIyZ3RicmppdjAzZQ== https://www.instagram.com/reel/CbgpXA-FgEl/?igsh=MXE2aTlqOGwyaHB0Zw== Fuentes científicas
¿Te sientes confundido y abrumado a la hora de hacer compras de tus alimentos en el supermercado?
Es comprensible, esto les sucede a la mayoría de las personas, ya que estamos bombardeados con mucha información y desinformación sobre lo que es un alimento saludable, además del marketing engañoso de muchos productos. En este artículo, te explicaré los aspectos más importantes a considerar al hacer tus compras para que puedas vivir un estilo de vida sano y sostenible. RELACION 80% ALIMENTOS REALES Y 20 % ALIMENTOS INDUSTRIALIZADOS Lo mejor siempre será consumir alimentos naturales y sin procesos industrializados. Sin embargo, muchas veces esto puede ser un desafío debido a la falta de tiempo, presupuesto, acceso y la perecibilidad de los alimentos. Por ello, una regla práctica es procurar que el 80% de tus compras sean alimentos reales y el 20% sean productos procesados, eligiendo siempre las opciones de mejor calidad. LEER LA LISTA DE INGREDIENTES Leer el detalles de los ingredientes es uno de los aspectos más importantes a considerar ya que esta lista realmente va a decir la calidad del alimento que estas consumiendo . Los ingredientes siempre están listados en orden según la cantidad contenida en el producto; de mayor a menor presencia. Por tanto, si el producto tiene por ejemplo; el azúcar, las harinas blancas o las grasas hidrogenadas listados como primeros ingredientes, es evidente que es alimento está lleno de estos compuestos y por tanto no es lo más conveniente consumirlo. LEER LA FECHA DE CADUCIDAD DEL ALIMENTO Revisar la fecha de caducidad es un hábito importante para evitar desperdiciar alimentos y cuidar tu salud. Algunos consejos clave son: 1. Evita productos con fechas demasiado cercanas si no los consumirás pronto. 2. Diferencia entre “Consumir antes de” lo cual indica que el alimento puede ser peligroso después de esa fecha y “Consumir preferentemente antes de” que significa que puede perder calidad, pero sigue siendo seguro de consumir 3. Presta especial atención a carnes, pescados y lácteos, ya que son más perecederos. ESCOGER ALIMENTOS ORGÁNICOS CUANDO SEA POSIBLE Los alimentos orgánicos están libres de pesticidas, fertilizantes sintéticos y antibióticos, lo que reduce la exposición a sustancias tóxicas. Sin embargo, no siempre es posible comprar todo orgánico. Una buena estrategia es priorizar los alimentos orgánicos en frutas y verduras con cáscara delgada como por ejmplo fresas, espinacas, manzanas, tomate, mientras que los productos con cáscara gruesa pueden ser convencionales sin tanto riesgo. En carnes, huevos y lácteos, siempre es mejor optar por opciones de libre pastoreo, sin antibioicos y sin hormonas. ELIGE ALIMENTOS SIN AZUCAR AÑADIDA El azúcar se encuentra en muchos productos, incluso en aquellos que no deberían tenerlo, como salsas, panes y embutidos. Para evitarlo: Consejos Finales para Hacer el Supermercado de Forma Inteligente Hacer el supermercado no tiene por qué ser abrumador. Siguiendo estas recomendaciones, podrás seleccionar alimentos que realmente nutran tu cuerpo sin caer en estrategias de marketing engañosas. La clave está en encontrar un equilibrio entre lo práctico y lo saludable, priorizando alimentos reales y asegurándote de que, si consumes productos procesados, sean las mejores opciones posibles. Te dejo una lista de lo que mi carrito de compras que suele incluir! Mis frutos, vegetales, y en general alimentos favoritos! En lo personal trato de llevar un estilo de vida saludable pero sostenible y que no sea un factor que me quite la paz mental. Espero te sirvan mis recomedaciones Tu alimentación comienza en el carrito de compras. ¡Toma el control y haz elecciones conscientes!
Jarabe de Maíz Alto en Fructosa (HFCS): Lo Que Debes Saber
En la actualidad, el consumo de azúcares ha aumentado de manera alarmante, y muchas veces ni siquiera somos conscientes de cuánto estamos ingiriendo. Esto se debe en gran parte a la falta de conocimiento sobre las distintas formas en que el azúcar se oculta en los productos que consumimos a diario. Ingredientes como sacarosa, dextrosa, maltodextrina, fructosa y edulcorantes pueden parecer inofensivos, pero en realidad generan el mismo impacto negativo en nuestro organismo. Entre todos ellos, hay un aditivo que destaca por su uso masivo y sus efectos nocivos en la salud: el jarabe de maíz alto en fructosa (HFCS, por sus siglas en inglés). ¿Qué es el Jarabe de Maíz Alto en Fructosa? El HFCS es un endulzante derivado del maíz que se utiliza ampliamente en la industria alimentaria, especialmente en bebidas gaseosas, jugos procesados, cereales, salsas y productos ultraprocesados. Se promociona como un ingrediente «natural» porque proviene del maíz y es más barato y dulce que el azúcar de mesa tradicional. Sin embargo, su impacto en la salud es todo menos beneficioso. ¿Cómo afecta el HFCS a tu salud? El jarabe de maíz alto en fructosa está compuesto por glucosa y fructosa. Su impacto en el organismo es preocupante: ¡Aprende a identificarlo y evitarlo! El HFCS se encuentra oculto en muchos productos, por lo que es fundamental revisar las etiquetas nutricionales. Evita aquellos que mencionen: ¿Cuál es la mejor alternativa? Siempre es preferible optar por endulzantes naturales como la stevia o el monk fruit. Recuerda que el mejor endulzante es el que se usa con moderación. La clave está en ser conscientes de lo que consumimos y optar por una alimentación natural y equilibrada. ¡Tu salud lo agradecerá!
Consecuencias de una dieta mal manejada
Hoy en día, el concepto de «dieta» suele interpretarse de manera errónea, llevándonos a hábitos alimenticios poco saludables. Muchas personas asocian la dieta con restricción extrema, bajo consumo calórico y eliminación de grupos alimenticios completos. Sin embargo, esto puede generar múltiples consecuencias negativas para la salud. A continuación, te explicamos algunos de los principales efectos de las dietas mal manejadas: 1. Pérdida de masa muscular y efecto rebote Las dietas muy restrictivas pueden hacerte perder peso, pero gran parte de esa pérdida proviene de la masa muscular. Esto no solo afecta tu metabolismo, sino que, al volver a una alimentación normal, el peso recuperado será mayormente grasa, dificultando la recomposición corporal. 2. Fatiga y debilidad Las dietas bajas en calorías pueden disminuir el ritmo cardíaco, provocando mareos, desmayos y falta de energía. Además, una restricción extrema compromete la masa muscular, afectando la fuerza y el rendimiento físico. 3. Deterioro cognitivo y ansiedad Una ingesta muy baja de carbohidratos reduce la disponibilidad de glucosa, la principal fuente de energía del cerebro. Esto puede afectar la concentración, el estado de ánimo y la productividad. Además, la disminución de serotonina aumenta la ansiedad por alimentos dulces y harinas, lo que incrementa el riesgo de abandonar la dieta y sufrir efecto rebote. 4. Problemas metabólicos y desregulación de la insulina Un consumo insuficiente de alimentos puede generar hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre), lo que a largo plazo puede predisponer al desarrollo de hiperinsulinemia, resistencia a la insulina e incluso diabetes tipo 2. 5. Estrés y acumulación de grasa abdominal Las dietas restrictivas someten al cuerpo a un estado de estrés, elevando los niveles de cortisol. Cuando esta hormona se mantiene alta por períodos prolongados, puede provocar acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal, y aumentar el catabolismo muscular, desacelerando el metabolismo. 6. Déficit de vitaminas y minerales Las dietas hipocalóricas no cubren los requerimientos esenciales de micronutrientes, lo que puede generar: 7. Impacto psicológico y emocional Las dietas extremas generan frustración, falta de control sobre los antojos y desmotivación al no obtener resultados sostenibles. Esto puede derivar en ansiedad, depresión y una relación poco saludable con la comida. Conclusión La nutrición no debe ser una tortura ni una restricción extrema, sino un equilibrio entre salud y bienestar. La mejor estrategia es optar por un plan alimenticio adaptado a las necesidades individuales, que sea sostenible en el tiempo y permita alcanzar los objetivos sin comprometer la salud. Evita caer en el ciclo de las dietas mal manejadas y prioriza un enfoque basado en la alimentación consciente y balanceada. Tu cuerpo te lo agradecerá.
La fibra: tu aliada para la digestión y la salud metabólica
La fibra es un tipo de carbohidrato de origen vegetal que nuestro cuerpo no puede digerir completamente, pero que juega un papel clave en la salud digestiva y metabólica. Además de mejorar el tránsito intestinal, ayuda a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y la hipercolesterolemia. Se recomienda consumir entre 25 y 30 gramos diarios, acompañados de suficiente agua, ya que la fibra absorbe líquidos. Si no tomas suficiente agua, podrías experimentar estreñimiento y deshidratación. Tipos de fibra y sus beneficios Fibra insoluble: la clave para un intestino en movimiento Este tipo de fibra no se digiere ni fermenta, sino que pasa intacta por el sistema digestivo, acelerando el tránsito intestinal y facilitando la evacuación. Beneficios: Fuentes de fibra insoluble: Fibra soluble: equilibrio metabólico y protección cardiovascular Este tipo de fibra sí es fermentada en el intestino por bacterias beneficiosas, produciendo compuestos llamados Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC), que tienen efectos positivos en la salud. Beneficios: Fuentes de fibra soluble: Conclusión Incluir suficiente fibra en tu alimentación diaria es esencial para mantener un intestino sano, mejorar el metabolismo y prevenir enfermedades. La clave está en combinar ambos tipos de fibra, asegurarte de beber suficiente agua y priorizar alimentos naturales y sin procesar.